El pasado 6 y 7 de marzo, se celebró en la Ciudad de Rosario el primer Rosario Beer Fest. El mismo fue organizado por la gente de Almacén de Cervezas y el diario La Capital y la sede fue en el centro de eventos Metropolitano.
Participaron del evento las siguientes cervecerías: Downhill (Rosario), Nueve Caballeros (La Pelada, Santa Fe), Estación Ewald (Reconquista, Santa Fe), Yapai (Santa Rosa, Córdoba), Baires (Buenos Aires), Fabelhaft (Cañada de Gomez), Chimango (San Rafael, Mendoza), Barba Roja (Escobar), Gulmen (Viedma), Boj (Isla Verde, Córdoba), Exclusiva, Otro Mundo (San Carlos), Isenbeck y las importadas Bavaria, Goldstar, BitBurger y Duff.
Este centro de eventos cuenta con dos enormes salones, de los cuales uno está ambientado al estilo de una disco, con luces y sonido fuerte y el otro parece más un restaurante con mesas, sillas para comer y música tranquila. En el ingreso hay un espacio de bienvenida, el cual estaba ocupado por la gente de COLCER (Coleccionismo Cervecero) donde exponían parte de sus colecciones y rarezas. Estaba muy interesante ya que se podía encontrar desde pines, hasta vasos, posavasos, botellas de cualquier época. Tuve la suerte de poder ver el album de una colección donde su dueño posee más de 130 chopperas. Algo increible.
El salón donde estaban las cervecerías era en el que se asemejaba a una disco. Solo había unas pocas sillas y sillones en algunas esquinas, dejando la mayor parte del salón para que la gente se moviera y lo utilice como pista de baile.
Desde el principio noté lo que sería el punto negativo de la fiesta y que van a tener que mejorar bastante para las próximas ediciones: la falta de comida, sobre todo de variedad. La oferta cervecera era enorme pero la comida escaseaba ya que solo era ofrecida por una de las cervecerías (Baires) con panchos alemanes y patas flambeadas pero luego no se conseguía otra cosa que panchos y pizzetas (que eran espantosas). Había un stand de sushi pero no vi que mucha gente se acercara (el sushi hay que comerlo recién hecho y no daba para un evento así).
Para poder consumir las cervezas, la organización proveía con el costo de la entrada de un vaso de plástico. De más está decir que para un cervecero de ley tomar en vaso de plástico es horrible pero lamentablemente la municipalidad de Rosario no permite por seguridad el uso de vidrio. El vaso en cuestión tenía una capacidad de 250 cc lo cual era una buena medida para ir probando distintos estilos y marcas. El costo del llenado del vaso variaba según la cervecería, partiendo desde un precio acorde de 5$ hasta algunos estilos en 10$, lo cual a mi entender ya rozaba un robo, porque estaríamos hablando de un precio de 40$ el litro lo cual me parece altísimo para un evento donde la idea es vender mucha cantidad.
Como les contaba, el salón principal era similar a una disco. Al principio la música estaba en un nivel respetable cosa de poder hablar tranquilo. Pero luego avanzada la noche el volumen aumentó de tal forma que no se podía uno comunicar si no era a los gritos. Así que la fiesta se puede decir que constó de 2 partes bien definidas. Las primeras 3 a 4 horas fue para la gente que realmente le interesaba conocer nuevas cervezas y apreciarlas. Allí se podía ver que el promedio de edad rondaba los 35 años y se encontraba alguna que otra familia. Este grupo de gente prefirió largamente el salón donde se encontraban las sillas para poder disfrutar mejor de los productos.
Las últimas 4 horas el evento se convirtió en una disco donde el perfil del consumidor cambió notablemente. El promedio de edad caía bastante a veinteañeros y priorizaban la pista de baile con grupos de amigos.
Se calcula que entre los dos días asistieron alrededor de 5000 personas lo cual desbordó toda expectativa de muchas de las cervecerías. De hecho alguna de ellas que provenían de lugares mas distantes a Rosario, se quedaron sin cerveza para vender a la mitad de la segunda noche.
Prové uno o dos estilos de casi todas las cervecerías a excepción de las importadas. La que más me gustó fue la Pale Ale de Nueve Caballeros. Me sorprendió su gusto algo dulzón con notas a dulce de leche. La otra que me pareció muy rica fue la rubia de Yapai, donde prevalecía un aroma y gusto frutado. También su roja era interesante con unos tonos que se asemejaban a durazno.
La mejor negra fue la Porter de Fabelhaft, donde sin duda es el caballito de batalla de nuestro gran amigo Nano. De hecho vendió hasta el último de los barriles de ese estilo.
La Irish Red de Downhill también me gustó mucho, y me quedé con ganas de probar sus otros estilos.
Debía darle una oportunidad a Barba Roja y ver si por fin podría tomar una cerveza que sea al menos buena. Elegí probar la Bock y esta vez debo decir que me encontré con una cerveza de 3 a 4 chopps. Tendré que volver a sus instalaciones que no quedan muy lejos de mi casa para ver si realmente han mejorado ya que me han dicho que habían cambiado notablemente. En la fiesta tuvieron bastante éxito ya que por momentos tenían una larga cola frente a su stand.
De Estación Ewald tomé su única cerveza que es una rubia de estilo propio. Se les había acabado la cerveza tirada por lo que ya solo ofrecían servida en botella. Una buena cerveza diseñada creo para tomarla en cantidad. Me quedé charlando largo rato con Leandro, uno de sus dueños al cual agradezco su buena onda.
También tomé la roja y stout de Baires que si bien no me sorprendieron, tampoco eran malas. Sin duda lo mejor que tenía su stand era la pata de cerdo flambeada que era lo que salvaba la oferta culinaria de la noche.
Solo hubo dos cervezas que no me gustaron. La primera fue la ahumada de Boj, donde el problema era que el ahumado era tan intenso que al tercer sorbo era como estar tragando humo. Tienen que ver como suavizarla más para que ese ahumado, que era rico en sabor, no sea tan invasivo.
La otra que no pude terminar el vaso fue la roja de Chimango. Un fuerte aroma como a desinfectante y un gusto remedioso hizo que tuviera que descartarla. Con esta fue la tercera vez que tomo una cerveza de esta fábrica en mal estado. Les recomiendo que se pongan fuerte a investigar que parte del proceso les está fallando porque van a hipotecar su clientela de esta manera.
Ya sobre el final de la fiesta la camaradería se notaba entre los fabricantes donde algunos de ellos se dedicaron a probar las cervezas de sus colegas.
Debo agradecer a muchos de las cervecerías por su buena onda y por ser asiduos lectores del blog, como la gente de 9 caballeros, Estación Ewald, Yapai, y Fabelhaft que ya se convirtió en un gran viejo amigo.
Como conclusión fue un evento muy interesante por su enorme oferta cervecera. No se que opinar sobre su concepción muy distinta a lo que uno espera de un evento cervecero. Tal vez yo prefiera el evento más clásico donde la cerveza es la exclusiva estrella de la noche. Pero debo admitir que igual la disco se puso muy buena y me divertí bastante junto a mi familia y amigos. Todo parece indicar que habrá más Rosario Beer Fest en el futuro y esperemos que así sea!
Galápagos
Logia Cervecera
galapagos.logia@gmail.com
Participaron del evento las siguientes cervecerías: Downhill (Rosario), Nueve Caballeros (La Pelada, Santa Fe), Estación Ewald (Reconquista, Santa Fe), Yapai (Santa Rosa, Córdoba), Baires (Buenos Aires), Fabelhaft (Cañada de Gomez), Chimango (San Rafael, Mendoza), Barba Roja (Escobar), Gulmen (Viedma), Boj (Isla Verde, Córdoba), Exclusiva, Otro Mundo (San Carlos), Isenbeck y las importadas Bavaria, Goldstar, BitBurger y Duff.
Este centro de eventos cuenta con dos enormes salones, de los cuales uno está ambientado al estilo de una disco, con luces y sonido fuerte y el otro parece más un restaurante con mesas, sillas para comer y música tranquila. En el ingreso hay un espacio de bienvenida, el cual estaba ocupado por la gente de COLCER (Coleccionismo Cervecero) donde exponían parte de sus colecciones y rarezas. Estaba muy interesante ya que se podía encontrar desde pines, hasta vasos, posavasos, botellas de cualquier época. Tuve la suerte de poder ver el album de una colección donde su dueño posee más de 130 chopperas. Algo increible.
El salón donde estaban las cervecerías era en el que se asemejaba a una disco. Solo había unas pocas sillas y sillones en algunas esquinas, dejando la mayor parte del salón para que la gente se moviera y lo utilice como pista de baile.
Desde el principio noté lo que sería el punto negativo de la fiesta y que van a tener que mejorar bastante para las próximas ediciones: la falta de comida, sobre todo de variedad. La oferta cervecera era enorme pero la comida escaseaba ya que solo era ofrecida por una de las cervecerías (Baires) con panchos alemanes y patas flambeadas pero luego no se conseguía otra cosa que panchos y pizzetas (que eran espantosas). Había un stand de sushi pero no vi que mucha gente se acercara (el sushi hay que comerlo recién hecho y no daba para un evento así).
Para poder consumir las cervezas, la organización proveía con el costo de la entrada de un vaso de plástico. De más está decir que para un cervecero de ley tomar en vaso de plástico es horrible pero lamentablemente la municipalidad de Rosario no permite por seguridad el uso de vidrio. El vaso en cuestión tenía una capacidad de 250 cc lo cual era una buena medida para ir probando distintos estilos y marcas. El costo del llenado del vaso variaba según la cervecería, partiendo desde un precio acorde de 5$ hasta algunos estilos en 10$, lo cual a mi entender ya rozaba un robo, porque estaríamos hablando de un precio de 40$ el litro lo cual me parece altísimo para un evento donde la idea es vender mucha cantidad.
Como les contaba, el salón principal era similar a una disco. Al principio la música estaba en un nivel respetable cosa de poder hablar tranquilo. Pero luego avanzada la noche el volumen aumentó de tal forma que no se podía uno comunicar si no era a los gritos. Así que la fiesta se puede decir que constó de 2 partes bien definidas. Las primeras 3 a 4 horas fue para la gente que realmente le interesaba conocer nuevas cervezas y apreciarlas. Allí se podía ver que el promedio de edad rondaba los 35 años y se encontraba alguna que otra familia. Este grupo de gente prefirió largamente el salón donde se encontraban las sillas para poder disfrutar mejor de los productos.
Las últimas 4 horas el evento se convirtió en una disco donde el perfil del consumidor cambió notablemente. El promedio de edad caía bastante a veinteañeros y priorizaban la pista de baile con grupos de amigos.
Se calcula que entre los dos días asistieron alrededor de 5000 personas lo cual desbordó toda expectativa de muchas de las cervecerías. De hecho alguna de ellas que provenían de lugares mas distantes a Rosario, se quedaron sin cerveza para vender a la mitad de la segunda noche.
Prové uno o dos estilos de casi todas las cervecerías a excepción de las importadas. La que más me gustó fue la Pale Ale de Nueve Caballeros. Me sorprendió su gusto algo dulzón con notas a dulce de leche. La otra que me pareció muy rica fue la rubia de Yapai, donde prevalecía un aroma y gusto frutado. También su roja era interesante con unos tonos que se asemejaban a durazno.
La mejor negra fue la Porter de Fabelhaft, donde sin duda es el caballito de batalla de nuestro gran amigo Nano. De hecho vendió hasta el último de los barriles de ese estilo.
La Irish Red de Downhill también me gustó mucho, y me quedé con ganas de probar sus otros estilos.
Debía darle una oportunidad a Barba Roja y ver si por fin podría tomar una cerveza que sea al menos buena. Elegí probar la Bock y esta vez debo decir que me encontré con una cerveza de 3 a 4 chopps. Tendré que volver a sus instalaciones que no quedan muy lejos de mi casa para ver si realmente han mejorado ya que me han dicho que habían cambiado notablemente. En la fiesta tuvieron bastante éxito ya que por momentos tenían una larga cola frente a su stand.
De Estación Ewald tomé su única cerveza que es una rubia de estilo propio. Se les había acabado la cerveza tirada por lo que ya solo ofrecían servida en botella. Una buena cerveza diseñada creo para tomarla en cantidad. Me quedé charlando largo rato con Leandro, uno de sus dueños al cual agradezco su buena onda.
También tomé la roja y stout de Baires que si bien no me sorprendieron, tampoco eran malas. Sin duda lo mejor que tenía su stand era la pata de cerdo flambeada que era lo que salvaba la oferta culinaria de la noche.
Solo hubo dos cervezas que no me gustaron. La primera fue la ahumada de Boj, donde el problema era que el ahumado era tan intenso que al tercer sorbo era como estar tragando humo. Tienen que ver como suavizarla más para que ese ahumado, que era rico en sabor, no sea tan invasivo.
La otra que no pude terminar el vaso fue la roja de Chimango. Un fuerte aroma como a desinfectante y un gusto remedioso hizo que tuviera que descartarla. Con esta fue la tercera vez que tomo una cerveza de esta fábrica en mal estado. Les recomiendo que se pongan fuerte a investigar que parte del proceso les está fallando porque van a hipotecar su clientela de esta manera.
Ya sobre el final de la fiesta la camaradería se notaba entre los fabricantes donde algunos de ellos se dedicaron a probar las cervezas de sus colegas.
Debo agradecer a muchos de las cervecerías por su buena onda y por ser asiduos lectores del blog, como la gente de 9 caballeros, Estación Ewald, Yapai, y Fabelhaft que ya se convirtió en un gran viejo amigo.
Como conclusión fue un evento muy interesante por su enorme oferta cervecera. No se que opinar sobre su concepción muy distinta a lo que uno espera de un evento cervecero. Tal vez yo prefiera el evento más clásico donde la cerveza es la exclusiva estrella de la noche. Pero debo admitir que igual la disco se puso muy buena y me divertí bastante junto a mi familia y amigos. Todo parece indicar que habrá más Rosario Beer Fest en el futuro y esperemos que así sea!
Logia Cervecera
galapagos.logia@gmail.com
Comentarios
Me quede con ganas de ir, tal vez el proximo año.
como te envidio paro sanamente
saludos
omar
Decime el precio de las industriales era igual.
Otra me pone contento lo de barbaroja , no se si les conte que me cambie varios mail con el duenio por loas anios 2002 hasta el 2005 y producto de eso fue que el duenio me mando aqui a francia ( sin conocerme , de onda nomas )dos botellitas una bock y una roja y en su momento yo le mande una artesanal de granja y hasta nos comunicamos por telefono y el tipo parecia macanudo , me alegra que le vaya bien .
un saludo
omar
Muy buenas las Choperas que se aprecian de Fabelhaft y Yapai!!
Si andas por ahi seguro nos vas a encontrar.
Somos un grupo de amigos de Mendoza que vamos todos los martes a bares diferentes de la provincia, a tomar cerveza.
Dense una vuelta por la pagina, cualquier comentario o sugerencia es agradecido. Gracias
Saludos!
http://martesdeporron.blogspot.com
Suerte con MDP! :)
Me gustaría poder probar esa rauch. A mí la Schlenkerla Märzen y la Urbock me parecen que tienen el ahumado justo, pero a mucha, mucha gente no les gusta, les parecen muy fuertes, como jugo de jamón....
Quisiera ver si esa ahumada que probaste ahí es tan fuerte o es que vos sos un suave ;)
La cerveza esa la hice probar a mi señora, a Nano, y a 3 personas más y todos opinaron lo mismo... era humo líquido :)
Recuerdo la de Gulmen y esa estaba muchísimo más amalgamada...
Muy interesantes tus comentarios sobre el evento, esperemos que la proxima sea mejor para todos.
Un abrazo
Hernan