Camino a la Meca (Parte I)

En noviembre del año pasado se dió un hecho casi increíble que fue que nos mandaran al mismo tiempo a Olaf y a mi a trabajar a Francia. Y  más increíble es que justo tocaba un fin de semana largo, el cual nos permitía tomarnos 4 días para ir a conocer algun lugar. Pensamos primero en Edinburgo pero los vuelos estaban muy caros... despues pensamos en Londres pero pasaba lo mismo... hasta que el dios cervecero se hizo presente en mi cabeza y me dijo: Y Munich?
Claro que si! Munich! la Meca! Y estaba a escasos 850km de nuestra parada en el sur de Francia!
Teníamos auto alquilado con kilometraje ilimitado... 4 días por delante... y allá fuimos!

El plan de viaje era partir de Francia y cruzar Italia, Suiza, Austria hasta llegar al sur de Alemania con destino final en Munich, visitando la región de Baviera. Asi fue que salimos el sábado bien temprano desde Antibes, Francia junto con Juan Carlos, un amigazo de la Logia Cervecera, Olaf y quien escribe, junto a nuestro bólido, un Fiat Panda (que aca es el Fiat Uno nuevo) rumbo a Milán que sería una de las ciudades escalas a conocer y pasear.

Llegamos y tiramos el auto en el centro y empezamos a caminar y enseguida nos quedamos atónitos frente al Castello Sforzesco. Tremendo castillo que lo caminamos de punta a punta, incluído su enorme parque que tiene un bosque y laguna propia. De allí nos fuimos al centro de la ciudad y pasamos por el famoso Duomo que es la Catedral y que sinceramente te deja sin aliento de lo impresionante que es tanto por fuera como por dentro.

Castello Sforzesco por dentro
Los parques del Castelo


Panorámica de las calles del centro
El Duomo de Milán

Asi se hizo el mediodía / tarde y de repente nos cruzamos con una Caffeteria / Creperia que tenia en su vidriera un cartel gigante que decía "Un Mondo Di Birra" y las fotos de las muchas cervezas que ofrecían. De más está decir que allí fue donde almorzamos.

Olaf y Juanca posando alegres ante el hallazgo

Linda carta de cervezas del mundo
Olaf se pidió una Punk IPA de la cervecería escocesa BrewDog. Yo probé un sorbo y me pareció una IPA excelente. Olaf estaba extasiado por lo que le dejo la descripción a él... :)
Por mi parte pedí una Birra Poretti Rossa que venía tirada. Una bock muy buena con aroma marcado a lúpulo y gusto entre acaramelado y tostado. En su página dicen que usan 6 lupulos distintos. Con el rizzotto maridaba espectacular.

Poretti Rossa

Brindando en Milán

Así dejamos Milán atrás y encaramos por la tarde rumbo a Suiza con el objetivo de hacer noche previo a cruzar los Alpes. La ciudad elegida fue Lugano, que para compararla con algo que uno conozca es como Bariloche, ubicada al borde de un gran lago rodeado de montañas. Allí nos alojamos en el Hostel Lugano que si alguna vez llegan a ir por ahí se lo super recomendamos.
Bastantes cansados después de haber pateado medio Milán y hacer 450km, nos fuimos al centro a caminar la hermosa costanera y admirar la pulcritud y orden de los suizos. No se exagera cuando se dice que en Suiza es casi todo perfecto. Todo está en su lugar, todo limpio, todo cuidado...
Lamentablemente lo que falló fue la cerveza...


La costanera de Lugano por la noche

Todo muy sucio y feo... :)

La Municipalidad de Lugano

Sabiendo que en estos países se cena temprano, caímos a eso de las 20hs pero no encontramos mucha oferta de lugares, ya que estábamos muy fuera de temporada. Asi caímos en un restaurante llamado "Argentino" que era el que mas tenía gente y obviamente el que más nos llamó por su nombre. Mi intención era comer una fondue suiza pero me quedé totalmente con las ganas. El menú no tenía otra cosa que pizzas y carnes. Fuimos entonces por un par de pizzas acompañadas con Heineken ya que no había mención de otra cerveza en el menú, pero al rato vimos en una mesa vecina a una parejita joven tomando una cerveza roja artesanal. Obviamente no la íbamos a dejar pasar y la pedimos para degustar.

La cervecería se llama San Martino y es suiza. Este estilo la llaman La Rossa por su color. Ya cuando la servimos y vimos que no hacía casi espuma, nos dió mala espina. Su aroma era caramelo puro y su sabor igual. Un brebaje dulce a más no poder; pareciera que su elaborador se olvidó que a la cerveza también se la hace con lúpulo. Era una botellita de 330cc y eramos 3 y así y todo quedó media botella sin tomar.

San Martino Rossa: 

Y así terminó nuestro primer día rumbo a la Meca. Sabíamos que al día siguiente nos esperarían grandes lugares por conocer y no estábamos para nada errados... es más, nunca hubiésemos esperado que nos tocaría un día tan inolvidable...

Pronto la parte II... ;)


GalápagosLogia Cervecera
galapagos.logia@gmail.com


Comentarios

Anónimo dijo…
Por fin un post nuevo! Se los extrañaba!
Ciclope dijo…
Exelente nota!! muy bueno!
Cuantas ganas de volver al viejo mundo
Anónimo dijo…
Excelente nota y esperando la segunda parte , me extraño lo de Suiza porque los suizos tienen muy buenas cervecerías artesanales .
Un saludo y usted viene seguido a trabajar por aquí algun día nos veremos ?

Saludos

Omar
Anónimo dijo…
Buenísimo! Para cuando la segunda parte?!!

Saludos desde cordoba
Anónimo dijo…
Buenísimo! Para cuando la segunda parte??!!

Saludos desde Cordoba.